martes, 15 de mayo de 2018

SECUENCIA DIDÁCTICA Y SUS MOMENTOS DE EVALUACIÓN


SECUENCIA DIDÁCTICA Y SUS MOMENTOS DE EVALUACIÓN.

         Una temática urgente de abordar, considero, es la de la Secuencia didáctica, debido a las confusiones que encuentro en algunos docentes asesorados, sobre la forma de integrarla dentro de su planificación,  de manera que logren, al final de su aplicación, emitir juicios de valor sobre cada momento que la componen y la forma de realizar una evaluación a los alumnos en cada uno de esos momentos, así como la correspondiente retroalimentación de los contenidos que no lograron entender, o los aprendizajes esperados que no se pudieron aprehender o en los que pudiera existir alguna confusión o duda.
       
         La secuencia didáctica se encuentra integrada dentro de la situación didáctica. Si la situación a-didáctica tiene que ver con partir de un problema o problematizar a los alumnos sin que el docente les diga las respuestas (desde el modelo de Brousseau), sino que solamente tenga un papel de orientador o guía en los procesos de aprendizaje de los alumnos, la secuencia didáctica viene siendo las etapas o momentos en que se van desarrollando las actividades y procesos para lograr los aprendizajes esperados.

        Toda secuencia didáctica consta de tres momentos o etapas: el inicio, el desarrollo y el cierre, dentro de los cuales todos los procesos de enseñanza, aprendizaje y de evaluación deben confluir, con la finalidad de alcanzar los aprendizajes esperados que establecen los programas de estudio del grado respectivo.

        Se requiere de una cuidadosa planificación para lograr una secuencia didáctica que plantee a los estudiantes desafíos interesantes y los oriente a indagar, cuestionar, analizar y comprender, y al mismo tiempo genere evidencias que puedan analizarse por los propios alumnos y por el docente para reflexionar acerca de los procesos ocurridos y retroalimentarlos de manera que se mejore el aprendizaje.

La evaluación al inicio de la secuencia didáctica.

        La etapa al inicio de la secuencia didáctica es decisiva para interesar a los alumnos en el aprendizaje, por lo que es recomendable comunicarles lo que se espera que aprendan, cómo lo lograrán y para qué les va a servir.

        En esta fase es preciso explicar cuáles serán las actividades que se llevarán a cabo, qué resultados o productos se quiere obtener, cómo se relacionan con el aprendizaje esperado y qué función tendrán en la valoración de los logros de aprendizaje. Es importante verificar que los estudiantes hayan entendido la tares que se les propuso y generar alguna evidencia.

        Otras actividades a considerar al inicio de la secuencia didáctica son las relacionadas con la exploración y la activación de los conocimientos previos, que permitirán establecer el punto de partida de cada alumno y del grupo en su conjunto.

        Por los momentos en que se realiza la evaluación dentro de una secuencia didáctica, la etapa de inicio corresponde a la evaluación diagnóstica. Al planificar la etapa inicial de la secuencia didáctica se debe considerar que las actividades para explorar y activar los conocimientos previos proporcionen evidencias para poder llevar a cabo esa valoración.

La evaluación durante el desarrollo de la secuencia didáctica.

        Las actividades que se desarrollen para introducir nueva información y llevar a los alumnos a comprenderla, incorporarla, transferirla y aplicarla, deben ser acordes con el enfoque didáctico y las competencias de la asignatura o del campo formativo con el que se está trabajando. Durante el desarrollo de la secuencia didáctica se lleva a cabo la evaluación formativa.

        En el momento de desarrollo de la secuencia didáctica, la evaluación formativa dependerá en gran medida de las evidencias que desde la planificación se hayan previsto que se podrían obtener, para valorar los progresos de los alumnos en el aprendizaje, los saberes nuevos que han conseguido, sus razonamientos y sus hipótesis o explicaciones, así como las estrategias que emplean para aprender.

        Se trata de reunir algunas evidencias que permitan evaluar los aprendizajes para verificar los logros o para identificar los apoyos que requiere un alumno o los alumnos en general, conocer y analizar los tipos de errores cometidos, dar seguimiento a los progresos en el aprendizaje de los alumnos y analizar con ellos las estrategias empleadas.

        Para evaluar los aprendizajes esperados es importante, como lo vimos en anteriores publicaciones, centrarse en los procesos y en las estrategias que el profesor y los alumnos utilizan al realizar las actividades que se le proponen, recordando que no es la inspección lo que genera la calidad, sino la mejora continua de los procesos de enseñanza aprendizaje, así como en los productos y no solamente en la cantidad de conocimientos adquiridos.

       Durante el desarrollo de la secuencia didáctica se necesita que los docentes entiendan el enfoque de los campos formativos que se encuentra en el programa de estudios, así como el enfoque de las asignaturas, y tener claridad sobre cómo aprenden los alumnos (en equipos, a partir de problemas, debatiendo, revisando contenidos difíciles de aprender, etc.), porque de ello dependerán las actividades e instrumentos de evaluación que se utilicen (los cuales se abordaran en la siguiente publicación).

       Los resultados obtenidos de la evaluación en esta etapa no deben tener ningún efecto sancionador; en cambio, deben usarse para adecuar las estrategias didácticas al logro de los aprendizajes, tomando en cuenta los errores que pueden tener los alumnos, o los obstáculos a que se enfrentan, para llegar a acuerdos con ellos, dependiendo de su nivel de desarrollo y aprendizaje, las estrategias de autorregulación que mejoren continuamente la calidad de los aprendizajes.

La evaluación al cierre de la secuencia didáctica.

        En la etapa de cierre de la secuencia didáctica, se tendrá que contemplar la sugerencia de actividades para favorecer procesos de pensamiento en el alumno acerca de lo que aprendió y cómo lo aprendió, para ayudarle a relacionar los nuevos aprendizajes con otros, y para medir los logros del alumno con referencia a la situación de inicio y a la final.

        La etapa de cierre corresponde a la evaluación sumativa, cuyo objetivo principal es la medición del logro de los aprendizajes esperados. Esta evaluación puede llevarse a cabo a partir de las evidencias reunidas a lo largo de la secuencia didáctica, tomando en cuenta el resultado o producto final, y su análisis permite realizar un juicio. Con este tipo de evaluación se podrá conocer si los alumnos adquirieron las bases para seguir aprendiendo; elaborar una valoración a partir de los resultados de los procesos de enseñanza aprendizaje; considerar la información necesaria para asignar un nivel de desempeño y/o referencia numérica, en los casos que así requiera, y adecuar las estrategias didácticas y la intervención docente en favor de los alumnos.

        Al final de los tres momentos de la secuencia didáctica es imprescindible, dentro del enfoque formativo de la evaluación, dar al alumno una retroalimentación enfocada en cómo apoyar y mejorar su desempeño. La finalidad de la evaluación formativa en una secuencia didáctica es contribuir al aprendizaje del alumno, otorgándole información sobre sus respuestas o realización de tareas en un tiempo y en una situación en la que la retroalimentación pueda utilizarse para corregir los propios errores. De esta manera la evaluación formativa ofrece un apoyo esencial al aprendizaje.

        Esperando que esta síntesis sea de utilidad para ustedes, me despido hasta la siguiente publicación.

Intencionalmente,

MIP Víctor Manuel Quintanar Guerrero.
Asesor Técnico Pedagógico en Pensamiento Matemático
San Juan del Río, Querétaro, México.


Referencia para saber más:

SEP. (2013). Los elementos del currículo en el contexto del enfoque formativo de la evaluación. Serie: Herramientas para la evaluación en educación básica.

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