Hola,
En el pasado envío o post, escribí sobre el tema de compromiso docente, desde el Perfil, Parámetros e Indicadores para los docentes o técnicos docentes de primaria, y también fundamentado en diversos autores.
Para dar continuidad al escrito, en esta ocasión se tratará el tema de deontología o ética profesional, dirigido al docente.
En un documento que revisé hace unos meses, el Prof. Carlos E. Rojas Artavia define a la ética profesional como un compromiso vivencial que va más allá de la norma escrita, y debe hacerse efectivo teórica y prácticamente (similar a lo que se reflexionó en los Criterios de Jim McKernan compartidos en el envío o post número dos: La educación y la enseñanza como una profesión).
Rojas (2011) afirma que las profesiones deben llenar necesidades sociales, tender hacia el bien de la comunidad sin dejar de lado la realización personal. Por ello, las instituciones educativas tienen como finalidad la educación humanista, porque educar es humanizar.
Jan Amós Comensky, Hermano Moravo que nació en Checoslovaquia, decía en su Didáctica Magna de 1630 que la escuela es el taller donde se forman los Hombres. Esa visión humanista revolucionó la forma de enseñar en esa época, al hacerla sistemática y con el propósito de dignificar al Ser Humano.
En Francia, su símil fue Jean-Baptiste De La Salle, gran innovador de mediados del siglo XV, que consagró su vida en formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de la época, dejando al lado el latín e institucionalizando la enseñanza en su lengua materna, ya que los alumnos memorizaban el latín sin comprender los significados de esas enseñanzas.
En México, un ejemplo de educador humanista con ideales parecidos a los de Comensky y De La Salle es sin duda Manuel López Cotilla, nacido en 1800. Fue un educador mexicano progresista, que promovió la fundación de la educación primaria, de artes y oficios y profesionales, así como de la educación nocturna para adultos. También estableció programas de enseñanza y redactó textos escolares adelantados a su época. En 1828 fungió como síndico del Ayuntamiento y regidor, creó infraestructura para escuelas de pueblos alrededor del área de Guadalajara y fue el precursor de las escuelas rurales en México. Realizó el reglamento de escuelas primarias; en su trabajo siempre estuvo apegado a la reforma de 1833, en la que destaca: el control del Estado sobre la educación; enseñanza libre dentro del respeto a las disposiciones y reglamentos del gobierno nacional; educación laica sin monopolio del clero; instrucción elemental para hombres y mujeres, niños y adultos.
En este sentido, Krishnamurti hablaba de la verdadera educación, que al mismo tiempo que estimula el aprendizaje de una técnica, entendida como el conocimiento que permite al hombre transformar a la naturaleza en su beneficio (Gramsci), debe ayudar al hombre a experimentar, a sentir el proceso integral de la vida, donde la dimensión ética tiene que ver con responsabilizarse de las posibles implicaciones que comportan nuestros actos en el hacer diario.
El papel que debe desempeñar el docente, a decir de Rojas, es aquel compromiso adquirido desde que inicia su carrera, consigo mismo y con el grupo social, lo que implica la búsqueda constante de superación y excelencia en la labor por realizar; una constante actualización de los conocimientos y una dignificación permanente de su práctica. Es por ello que el revestir de un carácter humanista el ejercicio profesional docente es una necesidad.
Así pues, a modo de guía, Rojas nos presenta algunas ACTITUDES DESEABLES DEL DOCENTE PROFESIONAL como: Prontitud, solicitud, empeño, búsqueda, creatividad, apego a las normas, horizontalidad en el trato, comunicación intersubjetiva, dialógica, competencia didáctica, entre otros tantos aspectos que se pueden encontrar en el documento Perfil, Parámetros e Indicadores para los docentes y técnicos docentes, los cuales pueden servir de guía para realizar una honesta autoevaluación, y así lograr la automejora continua.
Lamentablemente, hasta aquí termina el envío o post de hoy. Nos vemos en el siguiente donde abordaré el tema precisamente de Evaluación y Calidad Total. Espero les sea de utilidad.
MIP VÍCTOR MANUEL QUINTANAR GUERRERO.
FUENTES:
Rojas, C. (2011). Ética profesional docente: Un compromiso Pedagógico humanístico.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4920530.pdf
El lenguaje metafórico en la didáctica magna de Comenio.
www.raco.cat/index.php/Taula/article/download/70592/89795
Juan Bautista De La Salle
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bautista_de_La_Salle
Manuel López Cotilla.
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_L%C3%B3pez_Cotilla
En el pasado envío o post, escribí sobre el tema de compromiso docente, desde el Perfil, Parámetros e Indicadores para los docentes o técnicos docentes de primaria, y también fundamentado en diversos autores.
Para dar continuidad al escrito, en esta ocasión se tratará el tema de deontología o ética profesional, dirigido al docente.
En un documento que revisé hace unos meses, el Prof. Carlos E. Rojas Artavia define a la ética profesional como un compromiso vivencial que va más allá de la norma escrita, y debe hacerse efectivo teórica y prácticamente (similar a lo que se reflexionó en los Criterios de Jim McKernan compartidos en el envío o post número dos: La educación y la enseñanza como una profesión).
Rojas (2011) afirma que las profesiones deben llenar necesidades sociales, tender hacia el bien de la comunidad sin dejar de lado la realización personal. Por ello, las instituciones educativas tienen como finalidad la educación humanista, porque educar es humanizar.
Jan Amós Comensky, Hermano Moravo que nació en Checoslovaquia, decía en su Didáctica Magna de 1630 que la escuela es el taller donde se forman los Hombres. Esa visión humanista revolucionó la forma de enseñar en esa época, al hacerla sistemática y con el propósito de dignificar al Ser Humano.
En Francia, su símil fue Jean-Baptiste De La Salle, gran innovador de mediados del siglo XV, que consagró su vida en formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de la época, dejando al lado el latín e institucionalizando la enseñanza en su lengua materna, ya que los alumnos memorizaban el latín sin comprender los significados de esas enseñanzas.
En México, un ejemplo de educador humanista con ideales parecidos a los de Comensky y De La Salle es sin duda Manuel López Cotilla, nacido en 1800. Fue un educador mexicano progresista, que promovió la fundación de la educación primaria, de artes y oficios y profesionales, así como de la educación nocturna para adultos. También estableció programas de enseñanza y redactó textos escolares adelantados a su época. En 1828 fungió como síndico del Ayuntamiento y regidor, creó infraestructura para escuelas de pueblos alrededor del área de Guadalajara y fue el precursor de las escuelas rurales en México. Realizó el reglamento de escuelas primarias; en su trabajo siempre estuvo apegado a la reforma de 1833, en la que destaca: el control del Estado sobre la educación; enseñanza libre dentro del respeto a las disposiciones y reglamentos del gobierno nacional; educación laica sin monopolio del clero; instrucción elemental para hombres y mujeres, niños y adultos.
En este sentido, Krishnamurti hablaba de la verdadera educación, que al mismo tiempo que estimula el aprendizaje de una técnica, entendida como el conocimiento que permite al hombre transformar a la naturaleza en su beneficio (Gramsci), debe ayudar al hombre a experimentar, a sentir el proceso integral de la vida, donde la dimensión ética tiene que ver con responsabilizarse de las posibles implicaciones que comportan nuestros actos en el hacer diario.
El papel que debe desempeñar el docente, a decir de Rojas, es aquel compromiso adquirido desde que inicia su carrera, consigo mismo y con el grupo social, lo que implica la búsqueda constante de superación y excelencia en la labor por realizar; una constante actualización de los conocimientos y una dignificación permanente de su práctica. Es por ello que el revestir de un carácter humanista el ejercicio profesional docente es una necesidad.
Así pues, a modo de guía, Rojas nos presenta algunas ACTITUDES DESEABLES DEL DOCENTE PROFESIONAL como: Prontitud, solicitud, empeño, búsqueda, creatividad, apego a las normas, horizontalidad en el trato, comunicación intersubjetiva, dialógica, competencia didáctica, entre otros tantos aspectos que se pueden encontrar en el documento Perfil, Parámetros e Indicadores para los docentes y técnicos docentes, los cuales pueden servir de guía para realizar una honesta autoevaluación, y así lograr la automejora continua.
Lamentablemente, hasta aquí termina el envío o post de hoy. Nos vemos en el siguiente donde abordaré el tema precisamente de Evaluación y Calidad Total. Espero les sea de utilidad.
MIP VÍCTOR MANUEL QUINTANAR GUERRERO.
FUENTES:
Rojas, C. (2011). Ética profesional docente: Un compromiso Pedagógico humanístico.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4920530.pdf
El lenguaje metafórico en la didáctica magna de Comenio.
www.raco.cat/index.php/Taula/article/download/70592/89795
Juan Bautista De La Salle
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bautista_de_La_Salle
Manuel López Cotilla.
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_L%C3%B3pez_Cotilla
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