martes, 21 de diciembre de 2021

¿POR QUÉ CERRÉ MI TALLER DE PANADERÍA?

24 de febrero del 2018.

Hace casi un año que escribí mi plan de reajuste del negocio. Reinicié como me lo propuse, al regresar el negocio a mi casa en la zona oriente. Pero se me cruzaron varias enfermedades, como una curación de una infección en la espalda y la posterior cirugía de un quiste de grasa. Eso me hizo pensar en cuidar más mi salud pues llevo varios años con la advertencia de los médicos sobre mi obesidad y la posibilidad de que me enferme de diabetes. 


Estuve aproximadamente un mes sin abrir la panadería (noviembre) mientras me curaba de la infección en la espalda, y regresé en diciembre para las temporadas de navidad, año nuevo y día de reyes (2018). Después de eso tuve la cirugía en enero para extirpar el quiste de grasa que estaba en el lugar de la infección. Aproveché para dar seguimiento médico a mi problema de salud y en mis análisis volví a salir alto en niveles de triglicéridos, colesterol, ácido úrico y azúcar. Me dieron medicamentos y me dieron orden para unos análisis donde pudiéramos determinar si ya era diabético… y el resultado fue de tomarse en serio.


Mi reflexión es que fui advertido varios años atrás y no hice caso a la recomendación de realizar ejercicio físico. Según el médico la causa principal por la que no pude bajar los niveles de azúcar a pesar de tomar mis medicamentos fue el sedentarismo en que vivo. Ahora, después de saber eso, me siento deprimido pero consciente de que yo tuve la culpa. Entonces, me he propuesto cerrar la panadería y cambiar mi estilo de vida. Ya llevo tres semanas ejercitándome y comiendo de manera más saludable. Estoy bajando en promedio dos kilos por semana. Voy a vender todo lo que no uso y vaciar mi casa donde estaba la panadería para rentar la casa. Ha sido difícil poder vender todo, pero lo más grande ya salió. El horno y la sala, además de las charolas, el espiguero y la báscula.


Me he sentido muy bien cada semana que pasa. He podido pensar mejor, y bajar el estrés. Todavía en ocasiones me siento tenso del cuello y la cabeza. Pero después del ejercicio vuelvo a equilibrarme. Algunas ocasiones se me olvida el compromiso que hice conmigo en las tardes: hacer ejercicio y ayudar a mis hijos con las tareas. Por ejemplo, se acerca el examen para obtener la plaza de Asesor Técnico Pedagógico para el 10 de marzo, y se creó un grupo de estudio para reunirnos algunas tardes en Querétaro. Eso implica no cumplir con mi compromiso personal. Entonces del jueves a hoy he estado indeciso entre esas dos opciones. Hoy tendré que definirme. El realizar esta reflexión escrita me está permitiendo pensar mejor. Seguí el consejo de un libro de Selecciones del Reader´s Digest llamado 1001 remedios caseros, donde menciona que en periodos de estrés es recomendable escribir los pensamientos personales. Y si me está funcionando. 



Víctor M. Quintanar Guerrero.


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