jueves, 16 de diciembre de 2021

DISCIPLINAS PARA CONSTRUIR UNA ORGANIZACIÓN INTELIGENTE.

Siguiendo con la lectura del libro La quinta disciplina: El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje, de Peter Senge (2012), a continuación comparto una síntesis de lo que para él son las cinco disciplinas centrales para construir la organización inteligente:

Disciplina No. 1. El dominio personal. 

La palabra dominio alude a un nivel muy especial de habilidad. La gente con un alto nivel de dominio personal es capaz de alcanzar coherentemente los resultados que más le importan.

El dominio personal es la disciplina que permite:

a. Aclarar y ahondar continuamente nuestra visión personal, 
b. Concentrar las energías, 
c. Desarrollar paciencia y 
d. Ver la realidad objetivamente.

Es una piedra angular de la organización inteligente, es su cimiento espiritual. Sin embargo, pocas organizaciones alientan el crecimiento de sus integrantes. Esto genera un gran desperdicio de recursos. Con el tiempo, las personas pierden el compromiso, el sentido de misión y el estímulo con que iniciaron su carrera. Se aprovecha muy poco su energía y casi nada su espíritu inicial.

Muy pocos adultos se afanan por desarrollar rigurosamente su dominio personal. La disciplina del Dominio Personal comienza por aclarar las cosas que de verdad nos interesan, para poner nuestra vida al servicio de nuestras mayores aspiraciones. 

Aquí interesan ante todo las conexiones entre aprendizaje personal y aprendizaje organizacional, los compromisos recíprocos entre individuo y organización, el espíritu especial de una empresa constituida por personas capaces de aprender. 

Disciplina No. 2. Los Modelos Mentales.

Los modelo mentales son supuestos hondamente arraigados, generalizaciones e imágenes que influyen sobre nuestro modo de comprender el mundo y actuar. Existen ventajas en acelerar el aprendizaje organizacional y existe una profunda influencia de los modelos mentales ocultos que impiden este aprendizaje. El extraordinario éxito administrativo de una empresa X se debió en gran medida a que aprendió a revelar y desafiar los modelos mentales de los directivos.

Un ex-coordinador de planificación de esa empresa declaró que la adaptación continua y el crecimiento en un ámbito cambiante dependen del aprendizaje institucional que es el proceso mediante el cual los equipos de gestión modifican modelo mentales compartidos acerca de la organización, sus campos de acción y sus símiles. Por esta razón se piensa que la planificación es aprendizaje y la planificación organizacional es aprendizaje institucional.

La disciplina de trabajar con Modelos Mentales empieza con volver el espejo hacia adentro: 
  • Aprender a exhumar nuestras imágenes internas del mundo, para llevarlas a la superficie y someterlas a un riguroso escrutinio. 
  • También incluye la aptitud para entablar conversaciones abiertas donde se equilibre la indagación (actitud inquisitiva) con la persuasión, donde la gente manifieste sus pensamientos para exponerlos a la influencia de otros. 
Disciplina No. 3. La construcción de una Visión Compartida.

Una idea milenaria sobre el liderazgo es aquella que tiene que ver con la capacidad para compartir una imagen del futuro que se procura crear. Es difícil imaginar una organización que haya alcanzado cierto éxito sin tener metas, valores y misiones que sean profundamente compartidos dentro de una comunidad de trabajo. Generalmente las organizaciones exitosas logran unir a la gente en torno de una identidad y una aspiración común. 

Cuando hay una visión genuina, la gente no sobresale ni aprende porque se lo ordenen sino porque lo desea. Lamentablemente muchos líderes tienen visiones personales que nunca se traducen en visiones compartidas y estimulantes. Algo cierto es que la mayoría de las personas prefieren perseguir una meta elevada, no sólo en tiempos de crisis sino en todo momento. Lo que se necesita para esto es tener un conjunto de principios y prácticas rectoras. 

La práctica de la visión compartida supone aptitudes para configurar visiones del futuro compartidas. Al dominar esta disciplina, los líderes aprenden que es contraproducente tratar de imponer una visión, por sincera que sea.

Disciplina No. 4. Aprendizaje en equipo.

Cuando los equipos aprenden de verdad, no sólo generan resultados extraordinarios sino que sus integrantes crecen con mayor rapidez. 
La disciplina del aprendizaje en equipo comienza con:
  • El diálogo.
  • La capacidad de los miembros del equipo para suspender los supuestos.
  • Ingresar en un auténtico pensamiento conjunto.
Para los griegos, dia-logos significaba el libre flujo de significado a través del grupo, lo cuál permitía al grupo descubrir percepciones que no se alcanzaban individualmente. Hoy se están redescubriendo los principios y la práctica del diálogo, y se procura integrarlos a un contexto contemporáneo.

La disciplina del diálogo también implica aprender a reconocer los patrones de interacción que erosionan el aprendizaje en equipo. Si se detectan los patrones de defensa profundamente enraizados en el funcionamiento del equipo y se les hace aflorar creativamente, pueden acelerar el aprendizaje. 

La unidad fundamental de aprendizaje en las organizaciones modernas no es el individuo sino el equipo. Si los equipos no aprenden, la organización no puede aprender. Para una innovación en la conducta humana es preciso ver los componentes como disciplinas. Una disciplina es un corpus teórico y técnico que se debe estudiar y dominar para llevarlo a la práctica. Es una senda de desarrollo para adquirir ciertas aptitudes o competencias. 

La práctica de una disciplina supone un compromiso constante con el aprendizaje. Nunca se llega. Cuanto más aprendemos más comprendemos nuestra ignorancia. Una organización no puede ser excelente, siempre está practicando las disciplinas del aprendizaje, al borde de ser mejor o peor.

Las cinco disciplinas de aprendizaje difieren de las disciplinas más tradicionales de la administración por ser personales. Cada cual se relaciona con nuestro modo de pensar, con lo que queremos y con nuestra manera de interactuar y aprender mutuamente. Se parecen a las disciplinas artísticas. Pero históricamente, se han abordado muy poco las tareas más sutiles de construir organizaciones, de realzar su aptitud para la innovación y la creatividad, de modelar la estrategia y diseñar políticas y estructuras mediante la asimilación de disciplinas nuevas. 

Cuando las cinco disciplinas que componen el aprendizaje hayan confluido, no crearán la organización inteligente, sino una nueva oleada de experimentación y progreso.

Disciplina No. 5. La Quinta Disciplina: El Pensamiento Sistémico.

El pensamiento sistémico es un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y herramientas que se ha desarrollado en los últimos cincuenta años, para que los patrones totales resulten más claros, y para ayudarnos a modificarlos. Suponen una visión del mundo extremadamente intuitiva. 

Es vital que las cinco disciplinas se desarrollen como un conjunto. El Pensamiento Sistémico es la quinta disciplina. Es la disciplina que integra las demás disciplinas, fusionándolas en un cuerpo coherente de teoría y práctica. Nos recuerda que el todo puede superar la suma de las partes. Una visión con pensamiento sistémico genera un conocimiento profundo de las fuerzas que se deben dominar para llegar a la meta. Las visiones por sí mismas no bastan para modificar la suerte de una empresa. Sin pensamiento sistémico, la semilla de la visión cae en un terreno árido. 

La primera condición para el cultivo de una visión es la creencia genuina de que en el futuro podremos concretar nuestra visión. El pensamiento sistémico también requiere las disciplinas concernientes a la visión compartida, los modelos mentales, el aprendizaje en equipo y el dominio personal para realizar su potencial: 
  • La construcción de una visión compartida alienta un compromiso a largo plazo.
  • Los modelos mentales enfatizan la apertura necesaria para desnudar las limitaciones de nuestra manera actual de ver el mundo. 
  • El aprendizaje en equipo desarrolla las aptitudes de grupos de personas para buscar una figura más amplia que trascienda las perspectivas individuales. 
  • El dominio personal alienta la motivación personal para aprender continuamente cómo nuestros actos afectan al mundo.
  • El pensamiento sistémico permite comprender el aspecto más sutil de la organización inteligente, la nueva percepción que se tiene de sí mismo y del mundo. En una organización inteligente nos consideramos conectados con el mundo; vemos que nuestros actos crean los problemas que experimentamos.
Una organización inteligente es un ámbito donde la gente descubre continuamente cómo crear su realidad y cómo puede modificarla. 

Esperando como siempre que esta información le sea de utilidad, me despido hasta la siguiente publicación.

Cordialmente,

MIP Víctor Manuel Quintanar Guerrero.
Supervisor de Zona Escolar.
NIVEL PRIMARIA.














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